Una millonaria familia alemana de la que poco se sabe, cuatro hermanos que optaron por no salir en cámaras y un codiciado nuevo nicho en el competitivo mundo del café liderado por multinacionales tan poderosas como Nestlé.
Por: Constanza Estrada
Una lucrativa transacción
Los Reimann son una de las familias alemanas más acaudaladas mediante sus ingresos por marcas de moda, cosméticos y productos de aseo. Un clan de cuatro misteriosos hermanos que se niegan a salir en cámara y al margen de la esfera pública. Cada uno posee un patrimonio de US$4.400 millones, ubicándose en el número 480 de las personas más ricas en el mundo.
Tienen un prestigioso consorcio: el JAB Holdings, con el que Rainer, Wolfgang, Steffan y Matthias dominan una diversidad de marcas, tales como shampoo Wella, jeans Calvin Klein, rosquillas Krispy Kreme, entre otros productos. La travesía por la venta de calzado tampoco fue la excepción para los multifacéticos hermanos.
Los Raimann gozan de una fortuna heredada por sus antepasados, nombres destacados en el mercado de químicos. Pero el tiempo dio un giro y los descendientes decantaron por el negocio de bienes de consumo (como cadenas de comida rápida) y donde la última decisión fue incursionar en la industria cafetera.
Nuevos horizontes, nuevo café
Bart Becht, presidente de la junta del consorcio JAB, declaró a BBC Mundo que:
“El café provee una oportunidad de inversión única dada la fuerte demanda social de consumo (...) es un producto saludable que se bebe a diario y a prueba de crisis económicas”.
No por nada los Raimann toman en serio su papel como rivales de Nestlé, un coloso en el rubro cafetero con su popular marca Nescafé. Son jóvenes en comparación a la multinacional de 152 años, pero esto no quita las altas expectativas del millonario cuarteto.
Sin embargo, no todos los entendidos ven con buenos ojos la iniciativa de los germanos. Marisol Donoso, administradora de la cafetería santiaguina “Marisol”, señaló que competir con Nestlé (Nescafé) es “nivelar hacia abajo”, debido a que la calidad de los granos de dicha compañía no son exactamente lo deseado en cuanto a café de excelencia. Además competir con el antiguo gigante suizo es arriesgado.
